De la piel al alma
la ilicita necesidad carnal
de caricias sin tormento
roce de dedos por momentos
descansando sobre pechos
el dormido eco silente
de un gemido apasionado
devorando labios
y el beso evaporado
q hace sudar miel
del tobillo a la cadera
como pradera recorrida
en cada toque de amor
palpita loco el corazon
en desenfreno total
alimentando los deseos
basta solo el ojo ciego
q sin luz, ni aposento
carga la cruz de pasion
con su caliente esperanza
para encontrar en su amada
lo q le brilla dentro...
lunes, 6 de junio de 2011
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