domingo, 3 de agosto de 2008

Utopia de un entierro

Un pedazo de vidrio en mi corazón estalla. Pequeños fragmentos viajan a través de mi sangre. Puedo sentir mis venas desgarrándose por dentro… ¿Puedes ver tú cómo me desangro?

Trato de gritarle al cielo que te extraño, pero de alguna forma mis gritos regresan vacíos, sin sentimiento, sin respuesta, sin palabras… mi voz es sólo un ruido atormentante tratando de sobrevivir en un mundo de sordos.

¿Puedes pintar mi alma? En algún momento perdió su color, se volvió fría y nula… intrascendente. Me da asco la transparencia de mis ideas, me da asco el miedo que tengo a fracasar, me doy asco a mí mismo y desprecio mis mentiras, pero de alguna forma no puedo dejar de mentir…

¿Cuál es la realidad? Me gustaría pensar que está escondida detrás de mis ojos, pero sé que no es así… Estoy vagando en un mundo vacío y sin conciencia y sólo trato de ocultarme a mi mismo la dura verdad: no hay nada escondido, no hay nada detrás de la vida, no hay un propósito… No hay realidad…

Trato de llorar, pero mis ojos están secos; he perdido el sentimiento, he perdido la locura, he perdido mi alma y no la puedo encontrar… En un intento desesperado arranco mis ojos buscando alguna lágrima atrapada en mis pupilas, pero sólo unas gotas de sangre se escapan y ruedan por mis mejillas… Estoy muerto por dentro, lo sé, y no encuentro la forma de liberarme de este cuerpo…

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