Dulce deleite de tu alma,
sincera fugaz estrella
ilumina mis ojos.
Quizá con vergüenza y
hasta pudor, me reflejo.
Puedo volar y chocar,
da igual.
Seré lo que quiera ser,
sólo dilo.
Y soñaré cayendo en ese abismo,
en ese abismo que tanto amo.
jueves, 28 de agosto de 2008
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