Consuélate de tener
un alma para existir,
conténtate con tener
un amor para vivir,
Un árbol para llorar,
tus penas al medio día,
su sombra te habrá de dar
la frescura que querías
y lagrimas con que regar
las flores de tu alegría,
un sol que tueste tu piel,
un mar que arrulle tus días,
el rocío de la mañana
sabor a primavera,
la luna como almohada
para invitarte a soñar,
y una noche estrellada
que te acompañe al amar;
se feliz y sonríe,
si esto tienes en mano,
pues hay quienes tienen
solo llanto, gritos y golpes,
y como tu son humanos;
quiere a los que te quieren,
y ama sin dar cuartel,
pues quien sabe si mañana
podrás de nuevo querer,
bendice cada mañana
que la vida te da,
y regala sin pedir nada
de amor a tu alrededor,
y las penas que te embargan
conviértelas en canción.
miércoles, 6 de agosto de 2008
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